ASCENSIÓN AL ALMANZOR

Que mejor que acabar agosto con una buena excursión a la montaña, el último día de este mes de calor, ascendimos mi padre y yo al Almanzor, cumbre del Sistema Central. Con una meteorología perfecta, sin demasiado calor y con un cielo plenamente azul, nos dirigimos a la cumbre acompañados siempre por las dueñas de estas montañas, las cabras montesas. Una ascensión fácil en la que sólo se complica un poco en el último paso con una pequeña trepada en la que hay que extremar la precaución por lo expuesta que se encuentra, pero que se sube con facilidad.Todo empieza en la famosa Plataforma de Gredos, desde ahi empezamos nuestro recorrido por un camino bien señalizado, subiendo y subiendo hasta llegar al Circo de Gredos, desde donde ya podemos observar nuestro objetivo, el Pico Almanzor. Ahora toca bajar a la Laguna Grande, donde acabará el camino señalizado y empieza el mar de piedras que tendremos que atravesar. Una vez en la Laguna y tras un pequeño descanso, seguimos adelante. Al principio, el terreno es mas o menos estable, fácil para caminar, pero pronto empieza a desaparecer el suelo y a haber sólo piedras, piedras y piedras. Ascendemos sobre una y otra, pasando al final por la Portilla del Crampón.Ya estamos muy cerca, sólo queda rodear el pico por detrás y trepar la última parte con cuidado. Seguimos, trepamos y coronamos, un pico sencillo pero especial, es la 3ª vez que me encuentro aquí, y siempre me gusta esa sensación de la brisa acariciando mi rostro mientras observo la Laguna Grande, ahora muy pequeña, frente a mi.A mi izquierda, La Galana se muestra envidiosa de su hermano mayor; a la derecha las agujas imponentes y firmes; y detras kilómetros y kilómetros de explanadas, que acaban topando con los Montes de Toledo, que se observan al limite donde mi ojos pueden ver. Para mi padre es la primera vez que asciende a este pico y se muestra entusiasmado e impresionado por las magníficas vistas de las que disponemos desde aqui. Tras un rato en la cumbre toca bajar; nos espera una caminata que se hace muy pesada, dejando atrás la cumbre. De vez en cuando no puedo evitar volver la mirada y mirar a la cumbre, ya desde abajo, imponente y bella, vigila todo aquello que la rodea.Ya cansados llegamos de vuelta a la plataforma, la jornada de montaña a finalizado, otra experiencia para nosotrosos, una cumbre más.